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Entrenar el cuerpo para sanar nuestra mente


Gran parte de los trastornos psicológicos más comunes de la sociedad actual, tales como la ansiedad, la depresión o los cada vez más extendidos trastornos del sueño, destinan a quienes los sufren a permanecer apáticos e inactivos, condenándoles a una pobre red de relaciones sociales, afecto y apoyo.

Mens sana in corpore sano

Es en este punto donde el título de este post toma sentido. Que nuestro organismo es pura química no es ningún descubrimiento y en esta línea debemos recordad que existe amplia bibliografía científica que determina que sustancias químicas produce nuestro cuerpo y en qué medida estas afectan a las funciones del mismo. Así, vamos a centrarnos, sin entrar en profundidades fisiopsicológicas, en las endorfinas, la noradrenalina y la dopamina por ser estas las principales sustancias que se generan con la práctica deportiva. De forma muy resumida podemos decir que:

  • Las endorfinas se encuentran directamente relacionadas con la felicidad, la alegría y nos inducen a un estado de bienestar emocional. Reduciendo la tristeza, emoción principal en los trastornos de ansiedad y depresión.
  • La noradrenalina se encarga de reducir el estrés aportando tranquilidad y bienestar emocional.
  • La dopamina, conocida como el neurotransmisor de la recompensa, nos aporta un estado de euforia y satisfacción plena a la finalización de la actividad deportiva.

Más allá de la química

Podríamos decir que estas son los beneficios directos del deporte y parecen justificación más que suficiente para la práctica de ejercicio, si bien, creo importante indicarte que podemos encontrar más beneficios indirectos ocultos, derivados del ejercicio físico.

Las relaciones sociales

La práctica deportiva te ayudará a mejorar tus relaciones sociales, acudir rutinariamente a un gimnasio, un centro deportivo o una piscina hará que poco a poco formes un vínculo con personas con las mismas inquietudes y metas que tú. Ese vínculo social será quien te proporcione el anclaje emocional que necesitarás cuando no te apetezca acudir a tu cita deportiva.

La autoestima

Comprobar como poco a poco vas superando tus metas personales y verte capaz de afrontar nuevos retos, harán que mejore tu autoestima, tú capacidad de sacrificio y la capacidad de frustración ante las dificultades. Poco a poco tu aspecto físico también irá cambiando y este será un hecho que te reforzará interiormente, ayudándote a proyectar tu Yo más seguro de sí mismo, más socializador y mejorando tu capacidad para las relaciones interpersonales.

La respiración

La respiración es un elemento fundamental para el control mental y emocional. La práctica deportiva de actividades aeróbicas, tales como la carrera, la natación o la bicicleta te enseñaran controlar tu respiración y con ello conseguir los beneficios de una oxigenación y ritmo respiratorio adecuado.

Romper con la rutina

Toda actividad deportiva que se precie, requiere de un esfuerzo físico y mental que te ayudará a desconectar temporalmente de las dificultades y preocupaciones de la vida cotidiana. Ese paréntesis, te servirá para afrontar tu vuelta a la rutina con distancia y una mente más flexible. 

La conducta

La vida deportiva se encuentra conformada por normas de conducta, ya sea en la práctica, la competición y la convivencia en las instalaciones. Estas normas suponen una disciplina que debe cumplirse para el buen funcionamiento social. Entender la finalidad de estas y cumplirlas te ayudarán a mejorar tu conducta en sociedad.

El sueño

La mejoría de tu estado mental derivado del deporte te ayudará a conciliar el sueño, lo que te hará estar más alegre, activo y motivado a la mañana siguiente. Empezar el día con energía es fundamental para completar tus objetivos.

Las adicciones

El estado de placer que genera la dopamina, inducida por el ejercicio físico, es muy similar a la sensación de placer que aportan otras sustancias nocivas para el organismo, como puede ser el tabaco, el alcohol y los opiáceos, así como otras actividades lúdicas perniciosas como los juegos de azar. Con la práctica deportiva conseguiremos un sustituto natural para esas sanciones de placer y euforia tan deseadas, ayudándote al mismo tiempo a tener tu mente y tu tiempo ocupado contribuyendo de este modo a mantener el control de tus adicciones. 

El control mental

Con la mente más feliz, más tranquila, relajada y con pensamientos positivos, tu capacidad intelectual, tu memoria y tu capacidad cerebral mejoraran y con ello tu productividad, tus logros y tus emociones positivas.

Obviamente, conseguir estos enormes beneficios, requerirán un plan realista acorde a tus gustos, capacidades y disponibilidad, además de constancia y por supuesto la supervisión de un profesional.

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