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Fueguitos de la noche de San Juan


Y llega la noche de San Juan. Una fecha que tiene orígenes diferentes, paganos y cristianos, y que, desde hace muchos años, simboliza el paso de lo viejo a lo nuevo.
En esta celebración tiene un papel protagonista el fuego, un ritual donde quemamos lo que queremos dejar atrás, para dejar paso a lo que está pasando, al aquí y ahora, y poder comenzar a construir algo distinto, con la experiencia que da lo vivido y la ilusión que ofrece el presente.
¿No te parece extraordinario que aprovechemos las oportunidades que tenemos por delante?
A nosotras, al menos, nos parece el motor de los días. Algo que se conecta internamente para dar salida a nuestros deseos.
Pero sí, para ello es importante dejar ir, cuando se pueda.
En psicoterapia humanista trabajamos el proceso de despedida a nivel profundo, conectando con las emociones que puedan ir apareciendo, dejándolas sentir, estando presentes, sosteniendo y recogiendo.
En esta ocasión, queríamos poner el foco en el último de los pasos del proceso del duelo: agradecer para dejar ir y recibir lo nuevo. Para ello, nos apoyamos en diferentes técnicas emocionales, teniendo en cuenta qué es lo que cada persona pueda necesitar en ese momento.
Os contamos algunos de los rituales finales que utilizamos en el trabajo psicoterapéutico. Son “psicomágicos”, nos ayudarán a cerrar lo anterior, pero no son milagrosos, por lo que previamente es importante y necesario poder haberlo desgranado, tocado, sentido, llorado, digerido, pateado, etc.

Tomad nota:

– Anota en un papel aquello que ya no es, sí que fue, pero ya no. A continuación, estando en un lugar seguro, y si lo necesitas puedes acompañarte de alguien que te reconforte en esos momentos, puedes hacer lo siguiente: quémalo. Observa el fuego y siente que te terminas de despedir. El resto, las cenizas, puedes dejarlas ir con el aire si es lo que necesitas.
– Escribe una carta de adiós. No olvides dar las gracias por todo lo que te aportó aquello de lo que te estás despidiendo. Con ella puedes hacer lo que te nazca, quemarla, guardarla, romperla, etc.
– Dibuja lo que represente para ti lo que estás dejando atrás. Después, si para ti está bien, puedes enterrarlo en el lugar que elijas.
A continuación, llega el momento de recibir lo nuevo. Para ello, puedes hacer alguna (o todas) de las siguientes propuestas:
– Fabrica tu propio ambientador y purifica el ambiente de tu entorno. Aquí os dejamos un enlace donde poder aprender a hacerlo. Puedes utilizar tus olores favoritos. Es el momento de mimarte.
– Practica la meditación. Vive el momento, valora el lugar en el que estás, proyéctate en lo que deseas y comienza a ser proactivo/a para poder ir dando pasos hacia tu bienestar.
– Cada día, si para ti está bien, comienza a hacer algo nuevo, distinto, aquello que nunca has hecho y que hoy te permites. Por ejemplo: vístete de distintos colores, come en el suelo, escucha música diferente en un ratito de la noche, cocina un plato original y que nunca has comido, cambia tu perfume, hazte un peinado nuevo, etc.
– …
La lista puede ser infinita.
¿Nos cuentas qué vas a hacer la noche de San Juan? ¿De qué vas a despedirte y cómo lo harás?
¿Qué quieres abrazar que sea nuevo en esa noche?
Y, también, os dejamos un enlace para que podáis “viajar”. Ya sabéis lo fans que somos de la música.
Fragmento de “El libro de los Abrazos” – Eduardo Galeano
(«…-El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.
Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el
aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la
vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se
enciende»).

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